Características generales
La distancia aproximada entre Riohacha y Uribia es de 95 km; de Uribia hasta el propio desierto es de 22 km; del inicio del desierto hasta El Cabo es de 30 km, y hasta el Parque Eólico y Puerto Bolívar; casi 50 km.
Antes de llegar al Cabo de la Vela por la vía de Mareywamana, se encuentra una fracción de desierto característico llamado "Desierto de la auyama”.
Cuando llueve es preciso tomar vías alternas, como la de San Martín o la de la Media Luna. Por esta ruta se pasa por Puerto Bolívar (lugar de exportación de carbón) y el Parque Eólico, antes de llegar al Cabo de la Vela propiamente. Esta ruta puede ser utilizada para el retomo, si así se desea.
Desde Riohacha se recomienda partir muy temprano, preferiblemente antes de las 6:00 de la mañana, dirigirse hacia el norte por la vía de Maicao y tomar alguna de las siguientes dos rutas; la de Pájaro-Musichi-Manaure-ruta costanera, y por una vía secundaria, se aprecian el bello amanecer y muchas rancherías, y antes de llegar a Musichi se puede presentar la oportunidad de observar los flamencos rosados en las ciénagas y manglares, como también garzas y otras aves. Posteriormente, y ya no muy lejos, se llega a las salinas de Manaure, donde se facilita conocer el proceso natural de la extracción de la sal marina por parte de los indígenas, en charcas con coloraciones rosadas, violetas o blancas, según el estado de madurez en que se encuentren. Después de un recorrido de 21 km (unos 20 minutos) se llega a Uribia.
La ruta directa a Uribia, con un cruce en la intersección de Cuatro Vías, es de 90 km que se cubren en una hora y media.
Después de Uribia, la ruta ya no es pavimentada. Se recomienda tomar un refrigerio y proseguir por entre el desierto de la Auyama hasta el Cabo de la Vela, o Jepira, en lenguaje wayúu, increíble tierra donde todo es aridez, ni tan siquiera crecen arbustos, solo plantas rastreras. Polo opuesto de la fértil Colombia. No hay un lugar parecido en todo el país; de una rara y austera belleza. Si sube a la colina donde está el faro, tendrá una magnífica panorámica de la llana y desolada región, y un mar de bellos tonos verdes y azules, en contraste. Prepárese contra el sol y la racionada agua para lavarse.
Aquí se inicia la división entre la Alta y la Media Guajira. Cercano al faro se encuentra el Ojo de Agua, afloramiento natural donde, según la mitología, los wayuú se comunican con sus antepasados; también podrá ver el Pilón de Azúcar; una roca blanca en el mar que, según las creencias wayúu, marca el camino que lleva las almas de los difuntos hacia lo desconocido, hacia el más allá. La única aldea es el Cabo, caserío de unas pocas casas donde llega transporte y se halla hospedaje. Se pueden observar bellas puestas de sol.
El Cabo de la Vela está ubicado a 12º 15´de latitud norte y 72º 8´de longitud al oeste de Greenwich y ubicado al norte de Colombia en el Departamento de la Guajira, a unas tres horas de Riohacha la capital del Departamento y hace parte del municipio de Uribia. Tiene un desarrollo urbanístico lineal y caótico sobre la bahía (playa) de unos 6 kilómetros y cuenta con unos 600 habitantes (wayúu).
El territorio es habitado por los wayúu desde hace varios siglos y aún conserva gran parte de su tradición cultural. Tienen su propia creencia religiosa basada en dogmas importantes y para ellos la vida no concluye con la muerte, pues el alma está siempre presente. Los entierros y velorios son de gran importancia, en ellos se reúnen cientos de indígenas para acompañar a los parientes.
Los wayúu viven en rancherías, constituidas por viviendas simples que por lo general están acompañadas de las casas de los parientes más cercanos. Muchas de estas viviendas están construidas con el corazón del cactus yotojoro, otras, también en bareque. Los wayúu hablan su propia lengua conocida como arawak, pero la mayoría entiende perfectamente el español. Parte esencial de su vida son los sueños, dado que ellos son parte de lo que pasa en el día a día y un reflejo de lo que pasará en el futuro.
Su economía se basa, principalmente, en la cría de cabras y ovejas y algunos trabajos en las salinas de Manaure en cercanías del Cabo de la Vela, también en la pesca. Las mujeres pasan gran parte de su tiempo creando artesanías; son famosas las hamacas, los chinchorros, las mochilas y adornos como pulseras y collares.
Particularmente en el Cabo de la Vela, la gastronomía está representada por la comida de mar que siempre se encuentra fresca debido a las faenas diarias de los pescadores. Se cuenta aproximadamente con 15 restaurantes en todo el lugar.
Los diferentes pescados y frutos del mar, entre los que sobresalen pargos rojos, sierras, langostas, caracoles y tiburones toyo, entre otros, son acompañados por arroz, patacón y ensalada. También se prepara el chivo en diferentes modalidades, asado, guisado o frito, friche (carne de chivo picado con agua y sal), arroz de cecina (carne de chivo picada con arroz blanco), chicha de maíz (maíz molido cocido con agua), chirrinchi (panela fermentada y destilada).