BARICHARA

Patrimonio Arquitectónico

Barichara nació en torno a un milagro y a una piedra. Fue al comenzar el siglo XVIII cuando un campesino de la región creyó ver nítidamente dibujada sobre una roca una imagen de la Virgen. Pronto se regó la noticia del milagro y los campesinos hicieron de la roca un motivo de adoración, lo cual le inspiró a don Francisco Pradilla y Ayerbe la idea de fundar allí una aldea, en 1705. Esta se denominó primero Baraflorida, después derivó en Baraechada, y para mediados del siglo se concretó en Barichara, nombre con el cual fue erigida en villa y parroquia, en 1751.

Si bien más tarde la propia Iglesia desvirtuó la existencia de la imagen de la Virgen sobre la roca, aunque los campesinos siguieron creyendo en ella a pie juntillas, hay un milagro cierto y es el de cómo Barichara se trazó a punta de piedra. Con piedra se han cubierto sus calles y levantado sus casas y sus templos y su cementerio, Único en el mundo adornado con ventanas y rejas También el templo de Barichara, erigido en homenaje a la Virgen de la roca, es algo sui géneris. Está sostenido por diez columnas monolíticas labradas, de cinco metros de altura por unos 70 centímetros de espesor, con todo el resto de la construcción así mismo en piedra. “La piedra constituye el timbre de orgullo, el mejor blasón de la ciudad”, ha dicho con razón el escritor Vicente Landínez Castro.

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